Las compras son auténticas experiencias
					Las posibilidades que hoy en día ofrece el Marketing de Sensaciones son dos,
incrementar las probabilidades de compra en un futuro no muy lejano, y/o impulsar a la
compra directa.
					
Los usuarios, cuando acuden a un establecimiento, no adquieren los productos por la calidad que presentan, esa calidad la dan por hecho, suponen que si están en el establecimiento será por que son buenos productos. Lo que de verdad hace a los consumidores adquirir un producto, es el estilo de vida que proyectan los mismos. Cuando se compra un móvil de Apple, no se compra por las características que presenta, si no por lo que la marca representa, el estilo de vida que nos hace ser, teniendo ese producto en las manos.
Algunos datos del Marketing de Experiencias que marcan la diferencia con el Marketing Tradicional, comentados en el libro de (Sánchez, 2008), es que los consumidores están dispuestos a invertir una media de 14 minutos participando en un evento de Marketing Experiencial. Comparado con los anuncios que, emitidos en medios de masas tienen tan solo una duración de 30 segundos, y lo que se tarda en cambiar de canal para omitirlos, es aún menor.
					
En los años en los que estamos, la era de la abundancia, ya no existe apenas diferencia entre productos, prácticamente son similares por no decir iguales, las posibles diferencias están en los valores que presenta ese producto o marca. Lo importante es lo que representa el producto, no lo que es. Así pues, lo que realmente interesa a los clientes son los valores del producto, y ello va asociado a toda una experiencia que se lleva a cabo a través del Marketing de Sensaciones.
No se puede olvidar que lo que adquirimos son experiencias, no productos físicos.
				
¿Por qué hoy en día es necesario utilizar el Marketing Experiencial para una empresa?
Antes, los consumidores, a la hora de comprar, se comportaban de un modo racional, pero se evoluciona en este aspecto y los usuarios cada vez se rigen menos por el sistema racional; en el proceso de comprar el factor que predomina es el emocional. Por ello, hay que llamar su atención o atraerlos a través de estos sentidos, que son los que ellos mismos accionan cuando van a compara un producto.Los usuarios, cuando acuden a un establecimiento, no adquieren los productos por la calidad que presentan, esa calidad la dan por hecho, suponen que si están en el establecimiento será por que son buenos productos. Lo que de verdad hace a los consumidores adquirir un producto, es el estilo de vida que proyectan los mismos. Cuando se compra un móvil de Apple, no se compra por las características que presenta, si no por lo que la marca representa, el estilo de vida que nos hace ser, teniendo ese producto en las manos.
Algunos datos del Marketing de Experiencias que marcan la diferencia con el Marketing Tradicional, comentados en el libro de (Sánchez, 2008), es que los consumidores están dispuestos a invertir una media de 14 minutos participando en un evento de Marketing Experiencial. Comparado con los anuncios que, emitidos en medios de masas tienen tan solo una duración de 30 segundos, y lo que se tarda en cambiar de canal para omitirlos, es aún menor.
En los años en los que estamos, la era de la abundancia, ya no existe apenas diferencia entre productos, prácticamente son similares por no decir iguales, las posibles diferencias están en los valores que presenta ese producto o marca. Lo importante es lo que representa el producto, no lo que es. Así pues, lo que realmente interesa a los clientes son los valores del producto, y ello va asociado a toda una experiencia que se lleva a cabo a través del Marketing de Sensaciones.
No se puede olvidar que lo que adquirimos son experiencias, no productos físicos.

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